miércoles, 13 de abril de 2016

II Lemon Trail 2016


Hora de Salida: Domingo, 10 de Abril, Casa del Agua en el embalse de Santomera.

Distancia: 42.800 metros, algo más de maratón, con 1.000 de desnivel positivo.

Número de Dorsal: 17.


Precio Inscripción: 20 €, vamos, una ganga.

Total Inscritos: En familia, éramos 42....si, 42.

Primer Clasificado: Antonio Rocamora, en 3;34:37
                
Mi Clasificación: Jijijiji, el 26 de la general, noveno en mi categoría en unos sufridos 5:11:37



Pues eso dicen, un clavo saca otro clavo. Tras la decepción de tener que retirarme de la Ultra del Calar de Riopar, por "causas ajenas a mi voluntad", en lugar de dedicarme a cabrearme, abrí internet y busqué un antídoto. Y sin esperar mucho, ocho días después, ya estaba en línea de salida de otra maratón.


El perfil de la prueba era muy engañoso. Como diría Pepe, "corrible y llevadero". Sin duras subidas ni difíciles bajadas. Muy bien para el precio y sobre todo, a 10 minutos de mi casa. Pero es de las que se te "pegan" a las piernas.


Aprovechando el avituallamiento de la línea de salida, cogí un par de trozos de bizcocho casero que estaba "de bigotes" aunque rechacé el vino dulce.


Siendo tan pocos en la línea de salida, casi me dio tiempo a saludar a todos. Ahí estaba el gran Juande, el "Maestro", una referencia en el trail en el levante. Juanfran, cuchicheando con todo el mundo, que finalmente se llevó un seguro merecido tercer puesto. Esther, dando tono de calidad a la prueba. Javi Nuñez, recién salido de un gripazo. 


Ocho de la mañana, pistoletazo de salida, y no me cuesta mucho salir el último, claro, siendo 42 en total, no tuve que esperar nada.


Antes de empezar me hice la promesa de que, pese a lo que pudiera venir, tomarlo con buen ánimo. Necesitaba una carrera en la que no me viera preso en una montaña rusa emocional. 


Sonará presuntuoso pero no era un recorrido ni duro ni exigente, he bailado en plazas mucho peores, pero una maratón, es una maratón. Es más, la tarde de antes me preguntó mi pomelita Julia: "Papá, y la carrera de mañana, ¿de cuantos kilómetros es?". A lo que respondí: "¿42, por qué?. Y a su vez me respondió; "¿Sólo?".


¿Solo?. Bufff, ¿en que estoy metido cuando correr 42 kms ya parece poco?. Estamos perdiendo el miedo y nos empezamos a creer superatletas. Alguno habrá, pero los demás, debemos hacer una ejercicio de recapacitación para ver si estamos tensando de más la cuerda. Ese mismo día fallecieron dos corredores en una maratón en la provincia de Castellón, uno de ellos, con amigos comunes. Lo que es una afición no puede convertirse en un punto y final.


Echo a correr. El terreno, pues una mezcla de caminos forestales, sendas y alguna cañada pedregosa. El primer tramo discurría por la margen derecha del embalse de Santomera. Bastante bajo.




El comienzo en subida, lo hago junto a Juande y Javi Nuñez, hablando de otras carreras, ¿qué si no?. Como todas, las subidas muy ligeras, ni muy empinadas ni muy técnicas, pero muchas.


De bajada, ya me veo solo. Así que me dedico a escuchar música, mi inveterada colección de grandes éxitos de Eurovisión. Que sí, que algo casposo, pero son canciones cortas y ligeras. Entretenidas.




Alcanzo a un corredor que supero cuesta abajo, pero que me rebasa en llano, para volverlo a coger cuesta arriba, alejarlo cuesta abajo y juntarnos en el llano. Está claro, es más corredor que yo, pero ha hecho menos montaña que yo.


9:20 - Km 11. 


Primer avituallamiento. Voy bien físicamente, aunque noto los kms en montaña de la semana anterior, pero mejor emocionalmente. Esta carrera la voy a acabar. Primer mensaje a Pomelandia. Todo bien.


Empieza la parte mas quebrada del recorrido, cuando abandonamos la zona del embalse de Santomera  nos allegamos a las sendas del Coto Cuadros. Mucho sube y baja, muy rompepiernas, pero me marco un ritmo asequible para mi actualidad física y moral.





Sin llegar a media maratón, me acusa un dolor en la planta del pié. Al parecer es una dolencia habitual derivada de llevar los calcetines muy ajustados. En principio, al no ser la primera vez, no le hice mucho caso, pero al pasar los kms, lo que era una molestia se fue convirtiendo en un dolor duradero e invalidante.


10:17 - Km 21


Acostumbrado a distancias mas largas y tiempo eternos, verme en media maratón en poco más de dos horas me sube la moral, aunque sé que la segunda parte no va a ser fácil.


Al dolor de la planta del pié izquierdo se suma ahora, por la mala postura de apoyo de dicha planta, un dolor en el lateral de la rodilla. Esto ya es serio. No puedo correr bien. Me duele. Me tomo un analgésico, pero no me hace efecto alguno.


Al pasar los kms mis dolores me impedirán correr cuesta abajo, y solo lo haré cuesta arriba y llaneando, ¡que cosas¡.




No pasa nada, Giorgios me canta mi canción.


11:09 - Km 26


Los kms ya no pasan tan rápidos. Mis dolores son recurrentes. Ni aplicándome frío en los avituallamientos los puedo sobrellevar, Pero, aquí aparece un aliado con el que no contaba, mudo en mis últimas carreras. Mi cabeza. Tranquilidad. Estás mal, y lo sabes, te duele, y si no llevas cuidado, te vas a romper, pero tú puedes acabar. Así que con una moral a prueba de bombas, sigo km a km.


11:34 - Km 30


Repaso los tiempos de paso y veo que voy muy bien. Podría ir más rápido, si, no lo dudo, pero para lo que llevo encima, voy a velocidad de crucero.


No desaprovecho ningún avituallamiento. Hoy no me pasa que por las prisas, me vea a punto de pájara. Mucha variedad no había y eché en falta chispa de la vida, pero, con lo que hubo, me bastó.


12:06 - Km 34


Ante una subida de unos 200 metros, sé que solo me quedan 8 kms. Reduzco el ritmo en las bajadas, corro y ando por trozos. Descanso en el llano y corro en subida que es lo único que puedo hacer.


12:42 - km 38


Entramos otra vez en el embalse, ahora, en su orilla izquierda. Me rebasan varios compañeros, pero no me cebo ni me hundo. Llegar es el objetivo.


Me dicen que me quedan dos repechos y el resto llano. Los repechos, pues muy llevaderos, el llano, ayayayay, el llano. Veo la presa al fondo, sé que es la meta. Miro el reloj. Llego seguro.


Un pequeño recodo, salgo a la carretera y tras 5:11 horas, entro en meta.





El tiempo, muy discreto, el puesto, bajo. Pero yo no corro para ganar, no es mi opción. Lo hago para disfrutar. Y esta vez, disfruté sufriendo al conseguir que mi ánimo fuera lo mejor.


Y aquí acaba este ladrillo, no os quejareis, este ha sido cortito.


¡¡¡¡Roma Victrix¡¡¡¡





2 comentarios:

  1. Ehhhh, el 23 de la general? enmarcalo que en pocas maratones vas a mejorar esa posición jejeje. Un saludico.

    ResponderEliminar
  2. A partir de ahora, y para siempre, podrás decir que quedaste el 26 de una maratón y 9º de tu categoría. Mucho ahí!

    ResponderEliminar