lunes, 15 de septiembre de 2014

Ultra Sierra Nevada 13-09-14: ¿Corrible y Llevadero?

Cuando me propuso Richi a mediados de Mayo participar en la Ultra de Sierra Nevada, no supe decir que no, ni me lo planteé. Iremos, claro.



Hice los deberes. Entrené durante el verano en jornadas maratonianas. Pero a veces, solo a veces, algunas veces, bueno, casi siempre, no se debe dejar las cosas que "surjan". Al menos, en una ultra trail, no.

Cometí un error, gran error, y en mi caso, garrafal error. Y digo en mi caso, por que el que sufrió las consecuencias de él, fui yo mismo. No dormí la noche de antes.

Con una distancia de 86 kms por delante, y un desnivel acumulado de casi 10.000 metros, no se puede acercar uno a la línea de salida sobrestimando al rival: la montaña.

"Si tengo que estar en línea de salida a las dos, ¿para que un hotel?".

Intenté dormir un rato, pero, sin una cama decente, el descanso fue imposible.

A veces, solo a veces, algunas veces, bueno, casi siempre, me las doy de superhéroe. Me creo invencible. Me creo mas que humano. Y no, no lo soy. 47 años, en febrero.


Organización, 1 - Nacho, 0.


Dos de la madrugada, Plaza Nueva de Granada. Junto con Fernando, Salva, Richi y Pepe, preparados para salir. Hacía mucho frío. El pasillo que se formaba provocaba una corriente helada que calaba los huesos.




Al final del todo estaba, como siempre, salí el último.

Antes de salir, los efectos del cansancio ya me avisaban. Tras haberme levantado a las 6:30 como todos los días. Trabajado mis 7 horas en la oficina. Otras tres horas de coche, y, otras tantas de paseo y cena por Granada, lo menos que podía sentir en ese momento era cansancio.

Me senté en el suelo, que cosa rara, debido al fresco de la noche, estaba caliente. Si me dejan dos minutos mas, me duermo.

Tres de la madrugada, hora de salida.

Estampa para no olvidar. Granada, al pie de la Alhambra, los palacios nazaríes, el Albaicín. Judios, moros y cristianos, sus ecos nos retrotraen a una historia milenaria.




Pistoletazo de salida.

Según la Organización, la primera mitad del recorrido era "corrible"....bueno, si ellos lo dicen.


Primera etapa. Granada a Cerro del Sol (9,8 kms)



Atravesamos la Alhambra por un lateral, subiendo una cuesta de adoquines que ya nos rompe a sudar. Adiós al cortavientos.

Con el frontal como faro y las piernas del corredor de delante como única referencia, transitamos por una ruta que al pasar los kilómetros se transforma de un camino amplio a una senda angosta y en muchos tramos, de difícil tránsito.

Tan solo divisamos los perfiles de las montañas gracias a la luz de una gran luna, que ya en su decadente fase menguante, nos ubica en la sierra. Siguiendo la hilera de luces titilantes en movimiento de la cadena de participantes, podemos imaginarnos el recorrido, subiendo, subiendo, subiendo.

Tras casi una hora, primer avituallamiento. Esto va mas lento de lo esperado. ¿Corrible?. Si, algo se corrió, pero en muchos tramos, no tan solo por la pendiente sino mas bien, por un terreno quebrado, roto, arañado, con mantener la vertical, era suficiente. Tenías que vigilar cada paso para no irte al suelo.




Melón, sandía, plátano y poco mas. Esta fue la tónica de los avituallamientos. Para un recorrido muy exigente de dureza extrema, muy poca cosa fue. Eché en falta algo mas contundente, como frutos secos, bocadillos, chocolate, gominolas, vamos, hidratos y calorías para el cuerpo. ¡Error¡.


Organización, 1 - Nacho, 1.


Richi, el "chaval"...fue el alma de la prueba. De él surgió la idea. Es todo voluntad. Pese a no llegar entrenado, tuvo la testosterona suficiente para no dejarse amilanar, y con un corazón tan grande, ya tenía la medalla asegurada, aunque la Organización no se lo quisiera reconocer. Gracias por hacer posible esta aventura.


Segunda etapa: Cerro del Sol a Quéntar (12,6 kms)



La carrera se empina. La participación se disgrega. Pero nuestro grupo va bien.

Primeras dificultades de verdad. El camino se reduce a una senda de menos de un metro de ancha, sobre un precipicio...o eso parece.

Mucho polvo. Escuece la garganta. Dosifico mi agua y cada cinco minutos, un pequeño trago.

Mucho sube y baja. Zarzas, cruzamos riachuelos usando troncos de árboles como puentes.

Salva se cae. Primera de la noche. Se lleva un buen golpe, pero lo mas preocupante es un molesto dolor de cadera que dice, no lo deja correr.

Durante todo el trayecto vemos luces de pueblos, mudos, silenciosos, que no sabemos si son nuestra Meca particular, por que ya no hay Veleta o Pradollano en mente, solo el final de cada etapa.

¿Donde está Quéntar?. Se divisa al fondo, pero parece que damos vueltas y vueltas sin llegar. Dos horas y cuarto para la segunda etapa.

Nuevo avituallamiento, y aunque algo mas nutrido, sigue siendo demasiado pobre.

Eso sí, una fuente de agua, de esas de toda la vida, con un agua, que sabía a agua de verdad. Fría y limpia.

Me lavo la cara, me mojo la cabeza, y me bebo, sin exagerar un par de litros.

Vamos 22 kms.


Tercera etapa. Quéntar a Fuente de la Teja (9,3 km)


Salimos despacio. Salva probando su cadera. Le duele. Le doy un ibuprofeno para el dolor, pero le asaltan dudas de poder seguir. Que coraje, al final, llegó a Pradollano, y seguro que si no le freno, habría acabado.

 Al salir de Quéntar, musica de fondo durante horas. Está claro que a las personas les gusta la fiesta en cualquier punto de la geografía. No es necesario ser presuntuoso pensando que la diversión está solo en Madrid, Marbella o Cádiz. En Quéntar había fiesta para todos.

¿Corrible hemos dicho?. Empezamos a subir, y no lo dejamos de hacer durante casi dos horas. Pendiente dura, durísima, rematado con un cortafuegos a mas del 30% que te obligaba a usar las manos.

Amanece y tenemos casi coronado el Alto de los Jarales. No quise mirar para abajo, dado mi vértigo, seguro que no lo habría aguantado.

En la bajada, ya tengo los tobillos de plastilina. Tropiezo en varias ocasiones, caída incluida, pero mas por evitar las zarzas que por torpeza....por una vez.

Llegamos al avituallamiento. Ya llevamos 31 kms, primer mensaje a Pomelandia. Tras casi 7 horas, solo en el 31, mi medio pomelo preocupada, pero, claro, no había visto el recorrido "corrible".


Organización, 1 - Nacho, 2


Salva, el "analista"...no se altera, sopesa los pros y los contras. No dice una palabra mas alta que la otra, salvo cuando lo sacan de quicio....¡¡¡ese chófer¡¡. Equilibra al grupo. Es el compañero que siempre se necesita a tu lado. Creo, no, estoy seguro que estuvo muy tentado de llegar hasta el final...si Fernando hubiera llegado antes....ésta, te la debo. Gracias, Salva.



Cuarta Etapa: Fuente de la Teja a Güejar-Sierra (11,5 kms)


Iniciamos la última etapa antes de llegar a mitad de prueba. Nos cuentan que el terreno es mas suave, de subida al Alto del Calar.

Y en principio, así era. Camino amplio, con mucha vuelta y revuelta....vamos, "llevadero" dije....y todavía se están riendo mis socios de aventura.

Tras un par de kilómetros "llevaderos", se acabó lo bueno, y durante casi 5 kms no dejamos de subir y subir y subir hasta coronar el Calar. ¡Que no acaba nuncaaaaa¡.

No era una pendiente muy larga, pero se hizo eterna, una hora de subir y subir y subir....si, esto ya lo he dicho antes.



Eso sí, a plena luz del día, las vistas eran impresionantes. Entonces no lo valoré, pero los paisajes, los caminos y veredas, cada lugar recorrido, es algo que no se te olvida, te queda en el recuerdo.




Pasamos el control a mitad de la bajada del Calar. Aunque no sé para qué, por que, aunque "fiché" en todos los controles, mi ficha de meta está incompleta.


Organización, 1 - Nacho, 3.


Atrás se quedan Salva, Richi y Fernando. Richi está mal, se queda en la bajada. Al final de esta etapa, acabó su participación. No, me niego a llamarle abandono. Sencillamente, esa fue su carrera. Al ponerse en la línea de salida, ya había ganado.

Bajada rápida hacia Güejar Sierra, técnica, pero que a la luz del día era "llevadera". Entrando en el pueblo, cogemos un camino de tierra donde....¡caramba¡....¡¡¡Pablo Tudela haciendo fotos¡¡¡....fotertroter, o como sea. Gracias por el reportaje, chaval.




Tras una bajada sobre una carretera de cemento, matadora, entramos en el pabellón. Buenos, pues tras 8 horas, ya estamos a la mitad del recorrido. Maratón.

Se me acumulan los güasás. Respondo los que puedo.

Segundo error de la jornada. Alargué de mas esta parada. 45 minutos de reloj.

Si, nos reagrupamos, hablé con la gente, la Organización, pero mi cuerpo empezaba a pedir una cama, y la parada tan larga...¡¡¡¡error¡¡¡.


Organización, 2 - Nacho, 3


Eso sí, esperaba un avituallamiento con comida de verdad. Y además del consabido melón-sandía-plátano....alguna galleta, un poco de tomate, unos trozos de pan y lonchas de jamón de York de marca nisu....ni su padre la conoce.


Organización, 2 - Nacho, 4


Salimos a las 11:45....y yo tenía hambre.

Nuevo error, y van....tenía arándanos, almendras y orejones en la mochila y por pura vagancia, no comí ninguno.


Organización, 3 - Nacho, 4



Quinta Etapa: Güejar Sierra a Hotel del Duque (9,4 kms)


La mas bonita de todas. Cogimos la vereda del río, por donde antiguamente iba el tranvía de Sierra Nevada.

El río a un lado, túneles, puentes colgantes, agua, arboles, desfiladero. Lo dicho, lo mas bonito de recorrido. Tanto, que ensimismado como iba me salté una de las balizas e hicimos unos cientos de metros fuera de recorrido, ida y vuelta.




Cuando nos tocó subir, fue de verdad. Terreno innecesario no ya por duro, sino por su estado.

Plagado de zarzas, nos destrozamos las piernas. Sendero roto, muy peligroso, mojado y embarrado. Creo que no es necesario darle pistas al mal fario para buscarle la ruina a algún corredor. Se podía evitar estos tramos, pero, como me dijo uno de la Organización, esto es lo que había desde el principio.


Organización, 4 - Nacho, 4


Salva, con buen criterio, hizo esta segunda parte con bastones. Tomo nota para próximas pruebas.

A veces, algunas veces, muchas veces, bueno, casi siempre, cuando me veo en esta tesitura, me cabreo con el mundo. Me cabreo con la Organización por endurecer innecesariamente un recorrido ya duro de por sí. Me cabreo con la montaña, por ser tan dura. Y me cabreo conmigo mismo por dejarme convencer.

Pero esta vez, y este es mi gran premio, venció la mente sobre el corazón.

No fuí obligado. Sabía por el desnivel que iba a ser extremadamente dura. Así que me tocaba aguantar.

Avituallamiento del Hotel del Duque, mas de lo mismo, salvo otra fuente de fría y milagrosa agua de la sierra.


Fernando, el "volkswagen"...nunca tendrá un podium, ni saldrá en la foto de la élite, ni será nominado a premio al mejor corredor, pero es del todo fiable. Con sus altibajos, sabe aguantar lo que le echen, fiable como coche alemán, fue el único que se atrevió a cumplir, y cumplió. Fernando, gracias por dejarme acompañarte, tu eres nuestro campeón.



Sexta Etapa: Hotel del Duque a Dornajo (5,4 kms)


De largo, la etapa mas dura del recorrido. Casi todo en subida, con desniveles medios, seguro, superior al 30% a 35%, tardamos hora y media en hacerla.

No había senda, ni camino, ni vereda. Tan solo seguir las balizas por un montón de piedras deslizantes, raíces peligrosas, troncos y árboles partidos.



Si, sabía a lo que iba, pero, en el momento, me acordé de la madre de la Organización....como siempre, a día pasado, me da nostalgia recordar esos momentos. Si, es un sentimiento ambivalente. Odio sufrir tanto, odio que me machaquen tanto, que me pongan tanta traba en el camino, pero a todo pasado, sé que disfruté de cada momento. ¿Masoquismo?....espero que no, ya sufro demasiado con mi Rácing.

A partir de este momento, mirando el reloj, tengo claro que no voy a llegar a la meta del 86 con luz de día. Y la idea empieza a tomar cuerpo. No voy a llegar hasta el final.

Para colmo, en el avituallamiento de la etapa mas dura, tan solo agua.


Organización, 4 - Nacho, 5



Séptima etapa: Dornajo a Cruce A-395 (9,1 kms)


Terremo engañoso. Nos dicen en el avituallamiento que el terreno mejora.

Y si, lo hace. Camino ancho.

Fernando no se encuentra bien. Dice que necesita dormir, aunque sea media hora. Se nos queda, se nos queda.....al final, encontrará a otro corredor con quien, tras beberse un cola, subidón de azúcar, concluirá tras mas de 20 horas de esfuerzo.

Trotecillo de bajada...y la idea de coronar en Pradollano se asienta en mi mente.

Tras varios kilómetros, empezamos por un terreno que si no muy duro, machaca por el sube y baja, agachándome muchas veces para no clavarme unas zarzas.

Salva me va cantando cada kilómetro, pero aunque mis piernas aguantan, mi mente manda un mensaje claro. Basta. Todo tiene un límite, y no es necesario pasar la línea.

Etapa dura, pero mas que física, mentalmente.

Al llegar al avituallamiento, km 67, nos dicen que quedan cuatro kilómetros para la meta de la USN65, medalla y camiseta.

Me enzarzo en una discusión con la Organización, mas fruto del agotamiento que de otra cosa. Es cierto que era excesivo el castigo físico, pero, lo dicho nadie me obliga.


Organización, 5 - Nacho, 5


Pepe, el "abuelo", a su 58 años, me descubro ante él. Discreto como pocos. Nunca una mala cara, ni una mala palabra. Si le hubiera dicho de seguir, lo habría hecho, aunque ya me dijo en la etapa anterior que no podía más. De leyenda lo que hace con la edad que ya acumula. Gracias por estar al lado.


Octava etapa: Cruce A-395 a Pradollano (3,6 kms)


Comienza con una subida "criminal". Me arrastro, sigo ciego los pies de Salva.

Estómago vacío. Desfallecido.

Hago cálculos. Nos dicen que hace mucho frío y viento en el Veleta. No voy a llegar de día....y recuerdo. Soy muy dado al estudio de las casualidades. No existen, pero como las meigas, haberlas, haylas.

23 años atrás, otro 13 de septiembre, bajando en mi vespa hacia mi playa del Sardinero tuve un accidente. Me empotré contra un coche que le dió por dar marcha atrás sin mirar.

64 puntos debajo de la rodilla izquierda. Clavícula izquierda rota. Heridas por todas partes. Dos meses de recuperación.

Hoy hacía 23 años de mi segunda oportunidad....las casualidades no existen, pero, ¿y si....?.

No, hoy no es el día. Hoy si que no me voy a arriesgar. Será por carreras....

...hay que saber donde está el límite.

He hecho muchas carreras, en los últimos cinco años hasta 64, de ellas 7 ultramaratones y 7 maratones, y por primera vez, decido no llegar hasta el "infinito y mas allá".

Me voy a conformar con la medalla de plata. Algo me dice que no tengo que arriesgarme.



Y no solo es por mí, es por Inmaculada, mi compañera en esta vida, al que le debo mucho más de lo que sabré agradecerle. Es por Marta y Julia, mis hijas, que como todos, necesitan un padre, aunque el suyo, sea yo. Es por mis padres, hermanos y amigos. Seguro que no soy el mejor hijo, hermano o amigo, pero creo que no se merecen un disgusto así.

No, no es ser melodrámatico, pero hoy no me la juego. No me siento fracasado, no es fácil llegar a los 71 kms tras casi 15 horas. Para sufrir, lo dicho, ya tengo...




Decidido. Hago meta en la USN65. Es mi triunfo, no dejar que un arranque de testiculitis, soberbia o chulería venza a una decisión, meditada, que veo correcta.

Si, tu que eres corredor y lees esto, sabes que le sigo dando vueltas a por que no seguí. Que lo tendré clavado ahí, y que a lo mejor, o a lo peor, la carrera me da otra ocasión....¡¡o no¡¡...¡será por carreras¡¡...pero tengo la certeza, la total seguridad que hice lo que tenía que hacer.

Cumplí un reto, no el que me había marcado, pero sí el que mi cuerpo y me mente podía asumir.

De todo se sale, y de todo se aprende, y es necesario algo así para saber que estamos en esto por placer. No, tampoco es cuestión de abandonarse, pero hay que saber medir el riesgo.

Calleja, no, te repito, no se puede preparar una maratón en altura en 3 semanas. Tú lo sabes también como cualquier corredor. Yo iba preparado para todo. Eche muchas horas, y al final, la última etapa, otros 11,3 kms allí se quedó. Piénsalo la próxima vez que quieras hacer pedagogía barata.

Entrada en meta. Veo a Richi, y le digo que es el final. Recojo medalla y camiseta. Aviso a casa. Estoy bien, he terminado por hoy.



Final del partido.Empate. ¿Habrá partido de vuelta?

De momento, el 4 de octubre, Maratón Alpina de la Almudayna, en Caravaca, 42 kms nos espera, Pepe, habrá que recuperarse lo antes posible.


Roma Victrix¡