miércoles, 18 de abril de 2018

IX Ruta de las Fortalezas - Abril 2018












Sábado, 14 de Abril 2018, ¡¡vamos a por el repóquer¡¡. Quinta vez en la línea de salida para participar en la Ruta de las Fortalezas. Sé que soy cansino, he dicho más de una vez que no me gusta repetir ninguna carrera, así que parece poco defendible por mi parte soltaros un rollo sobre mi nueva participación en la RDLF pero  me gusta mucho el recorrido. La mezcla de sol, mar, desnivel y buen ambiente la hace especial. Además, me coge a menos de una hora de casa, así que voy y vengo en el día.













Aunque la tenía en mente desde primeros de año como preparación para el objetivo de los 101 de Ronda, en mayo, hasta el lunes anterior no supe que la iba a correr dado que tenía para la misma fecha un compromiso ineludible con mi pomelita pequeña, una competición de gimnasia rítmica, que finalmente la aplazaron. Sin esperarlo, me encontré en la línea de salida cuando tan solo 6 días antes había corrido la Vertical Trail de Moratalla y sus 29 kms de montaña.




Buena fecha. Sé que para más de uno sonará trasnochado pero sigo festejando en cada 14 de abril la proclamación de la II República. Y no por que dicha república sea un ejemplo de democracia, mas bien al contrario, se les fue de las manos, pero sigo pensando que solo alcanzaremos la democracia real cuando cada ciudadano tenga opción de decidir y participar en todas las decisiones. Y a fecha de hoy, seguimos con un régimen cuyo jefe de estado ni es elegido ni votado, hereda su cargo y sus prebendas por vía seminal. Y lo que es peor mantenido, nunca mejor, dicho a cuerpo de rey junto con su progenie y demás satélites borbonales. Para los que siguen pensando en monárquico, pues, el 14 de abril es el aniversario del hundimiento del Titanic.




Línea de salida. Reunión macedonia, con alguna ausencia (Ricardo y su invitación ineludible. Salva y sus prisas por salir en cabeza) y algunos clásicos como Manolo Rico y Alberto "el sombrilla". Fernando, Pepe, Fausto y yo nos quedamos a cola de pelotón para defender la bandera de los flojos macedonios. A nuestro lado, Jaguar, invitado de lujo con su melena leonina.










Izado de la bandera. Acordes de la marcha real versus himno nacional. Respeto. Personalmente, como patria, esto es, la tierra de mis padres y ancestros, solo reconoceré Cantabria. España es para mí una nacionalidad legal, nada más. Eso sí, no sería tan tonto ni desagradecido como para pitar el símbolo del país que me lo ha dado todo. Mientras tanto, ondeará la macedonia, para flojos.








Disparo al aire y entorno a 8.000 personas entre corredores y andarines comenzamos la prueba. Aquí algo tiene que cambiar la organización. Es un maremágnum. Con tanta gente, salvo que te pegues de codos para ocupar un puesto delantero en la salida, estás abocado a numerosos tapones y parones. La primera medida a tomar debería ser que los andarines salgan 15-30 minutos después. La segunda, montar cajones, agrupando a los corredores según marcas acreditadas. Así el que quiera correr, competir o buscar marca, puede hacerlo sin las trabas de los tapones y parones.




Echamos a corretear, que no correr. No forcé la máquina en toda la carrera. Mantuve un ritmo más o menos constante lo cual me permitió llegar a meta bastante bien y de hecho, tres días después ya vuelvo a entrenar para los próximos retos. Como siempre, el punto inicial es la plaza de los Héroes de Cavite, uno de tantos puntos cartageneros en recuerdo a pasadas glorias, y no tan gloriosas, militares.




Decir abarrotado es poco. Durante los primeros 500 metros tuve buen cuidado de no tropezar con nadie dada la saturación del camino. 6 carriles y no cabía una hormiga.






Para quien no la conozca, Cartagena, la milenaria Cartago Nova, es hoy una ciudad en continua mejora, con muchas reminiscencias de su pasado eminentemente militar. De frente a su bahía podemos observar a un lado y al otro diversos montes en cuyas alturas se alzan los restos de fortalezas militares para defender la plaza, eso sí, la mayoría en un estado de conservación catastrófico. Hay fortalezas no solo en la zona cercana al casco urbano si no siguiendo la línea de costa tanto hacia La Manga como hacia Mazarrón. Que bien quedaría todo adecentado para hacer una ruta turística bien organizada, guiada, cobrada.....










Primer km, muralla de Carlos III, que rodeaba al antiguo casco urbano en el siglo XVII.








Desde el primer momento, Fernando y Fausto se quedaron por detrás para ir a su ritmo, intentando superar sus molestias por sus lesiones. No pudo ser. A mitad de la prueba tuvieron que abandonar ambos. Salva, como últimamente, se salió con unos estratosféricos 5:46. Este ya no es macedonio, esloveno y gracias. Junto con Pepe y Jaguar, hicimos toda la prueba juntos salvo momentos puntuales que la marabunta de participantes nos pudo separar.




Primera subida, el Castillo de los Moros. Fortaleza del siglo XVIII que como bien dice la propia organización en su documento de presentación "está totalmente abandonado". Pequeña subida y primer parón sin llevar ni 2 kms. Pues nada, paciencia. Aprovecho estos primeros kms para echar un rato con varios compañeros de trabajo con los cuales coincido,  Nico y Jose, con los que intercambio pocas palabras, no es cuestión de hacerse pesado.










Pequeña bajada al tran-tran, pero como veo que pierdo de vista a Pepe y Jaguar, rebaso a unos cuanto corredores camino del barrio de Santa Lucía. Compruebo que va todo en su sitio. Agua, farmacia, calcetines, gafas. Venga, que voy bien. Desde allí, cogemos la carretera que va en dirección al hospital para rodear Vista Alegre. Primera subida de verdad a la Batería de Sierra Gorda, de época de la guerra civil, otra que está abandonada. Esta parte del recorrido es muy similar al de la prueba homónima. Aunque el año pasado ya se subió a dicha sierra, este año se ha hecho en dirección contraria para evitar el tapón del San Julián que nos tuvo casi 45´ parados.




Subida de 4 kms, larga, muy tendida. Se podía subir corriendo sin problemas. Observo que en subida Pepe y Jaguar se rezagan, no acostumbrados al desnivel. Por su parte, cuando el terreno se ponía horizontal, me llevaban con la lengua fuera. La subida, por pista, sin problemas. 










En la cumbre, primer mensaje a pomelandia que repetí cada 10 kms. Sellado y a bajar. Tapón de aupa. Más de 20´ parados. Allí coincidí con otro compañero, Joaquín, con el que aproveché el momento para echarnos unas fotos. 










Cuando finalmente pude  correr vi que Pepe y Jaguar me sacaban casi 500 metros. En la lejanía escucho a dos corredoras que ya oí el año pasado cantando a voz en grito. Sin ánimo de ofender pero en este tipo de carreras masificadas hay un altísimo porcentaje de participantes que más allá de saludos y frases de ánimo, se limitan a hablar entre ellos. Y luego esa minoría que te tiene que ir radiando cada paso que dan, a voz en grito, como si los demás tuviéramos interés en lo que chillan. Lo sé, soy algo intransigente, pero ¡¡ que necesidad hay de dar el follón a todos ¡¡¡.





Barranco de Escombreras, tercera vez que pasaba por allí, así que como me lo conocía apreté pero no tanto como hubiera querido. Se nota mucho quienes corren por el monte habitualmente. Tanto en subidas como en bajadas tuve que frenar muchas veces detrás de corredores que simplemente andaban, lo que me ralentizó mucho. Miraré la parte buena, no me quemé y llegué a meta feliz y contento. Avituallamiento. ¡¡ ni una gota de chispadelavida ¡¡¡. Hay que reconocer que están bien surtidos, agua, isotónicos, fruta, frutos secos, bocadillos y sanitarios aunque este año peores que los precedentes, espero que no se convierta en tendencia. ¡¡¡Ni una gota de chispadelavida ¡¡¡. Tentado estuve de meterme en un bar a por una cuando daba el sol de frente.





Buen tiempo toda la carrera. Algo de fresco al comienzo y en las zonas de sombra, algo más de calor al mediodía, pero en ningún momento tuve la sensación de que el clima me sobrepasara.




Doble subida hacia el Monte Calvario y el Castillo de San Julián pasando en primer instancia por Lo Campano, una barriada poco recomendable, con vigilancia policial incluso, que deberían eliminar del recorrido para próximas ediciones dado que su estado de dejadez y suciedad es notoria.





Cogemos la carretera con el Monte Calvario, a nuestros pies, dejando a la derecha una urbanización soleada y muy tranquila en el cual tiene su alojamiento el inventor del submarino, Isaac Peral.....el cementerio municipal. Desde ahí subida corta pero intensa en via crucis hasta la cumbre del monte. Y no es una forma literaria de hablar. Cada pocos pasos cada una de las estaciones. Subida en su mayor parte con suelo de cemento que te frena, que de igual forma que la romería que se lleva a cabo todos los años, nos ve subir con tranquilidad. Delante de mi el hombre orquesta con un equipo de música a toda potencia escuchando a los Mojinos Escocíos. Para un rato, vale, pero pasarse así horas y horas es para acabar de paracetamol hasta arriba.





Corono sin más problemas. Algunas fotos. Nuevo parón y bajada tranquila hacia el nuevo avituallamiento, con cuidado, por que al ser muy tendida, se podían cargar demasiado los cuádriceps y la zona lumbar. En la zona con más desnivel zigzagueo para atenuar el efecto-freno que puede provocar sobrecargas.





Me tomo una pastilla de sales minerales para evitar problemas después. No, esto no es doparse, es evitar problemas de salud más allá del sobresfuerzo que supone esta tipo de carreras. Vi a mucha gente tirada en los lados, con problemas musculares, en muchos casos debidos a una mala gestión de la recuperación (hay que comer, beber  agua, recuperar las sales minerales que se pierden), a una mal gestión previa (la semana de antes hay que hincharse a hidratos de carbono para que el organismo los consuma antes de empezar a devorarte; además plátanos y frutos secos, para no perder potasio, fundamental para los calambres musculares) y a una preparación previa (mucha gente se pone en línea de salida sin saber lo que supone correr o andar 54 kms y luego pasa lo que pasa). Y mucho coca....correr y caminar, malpensaooosss.





Tras el avituallamiento, subida al Castillo de San Julián también del siglo XVII, en mucho mejor estado de conservación de los ya visitados, pero aún así, muy dejado










Desde arriba, hago fotos de la bahía con la segunda parte de la carrera al fondo, las baterías de Fajardo y Galeras. Segundo mensaje a casa. Todo bien, disfrutando. Como se ve, día radiante, con algo de brisa que invitaba a una buena bajada....











.... pero los de delante mío no piensan lo mismo. Adelanto a unos cuantos, pero recapacito, recuerdo no muy lejos de ahí una experiencia similar de querer adelantar a todo trapo que acabó con mis huesos machacados en un pedregal así que sabiendo que de nada sirve echo el freno y disfruto de la bajada hacia la batería mas antigua de la zona, con el nombre más curioso, Trincabotijas Baja, de finales del siglo XVII.









Bajada en asfalto hacia Cala Cortina, donde hay un restaurante al borde de la playa que dan un arroz muy bueno. Esta publicidad es gratis, de momento. Avituallamiento donde nos reagrupamos Pepe, Jaguar y yo, que se habían quedado atrás en la bajada.











Km 25, casi mitad de la carrera y toca la parte intermedia. Volver hacia el centro de Cartagena para darle la vuelta e ir a la otra punta de la bahía para el resto de fortalezas empezando por la batería de San Leandro, que no sé si es mi imaginación pero parece que la están rehabilitando.











En esta parte me toca sufrir detrás de Pepe y Jaguar que en asfalto y en llano, me llevan frito. Hago la goma algunas veces pero aguanto mas o menos bien. Bonito recorrido al borde del mar hasta llegar de nuevo a la muralla de Carlos III y subida corta hacia el Castillo de Concepción, ni avituallamiento ni nada. El año pasado estaba allí...decepción, esperando estaba los donuts más famosos de Cartagena.










Km 30, mensaje a casa. Centro de la ciudad "petau", además de la gente habitual había un crucero con lo que estaba plagado de extranjeros que no podían esconderse con sus chanclas con calcetines blancos, su color rosado y sus desgarbadas figuras. A la salida del Castillo de Concepción, quizás, la joya de la corona, el teatro romano del siglo I de nuestra era, que fue "redescubierto" en 1988....dicen que no sabían que estaba ahí debajo....no me lo puedo creer, además, está en un aceptable estado de conservación junto a la catedral vieja.












Corremos por las calles céntricas, atestadas de gente que animan mucho y pese a que sé que tengo a cientos de corredores por delante te hacen sentirte ganador. Seguramente es la zona más animada, con gente en las terrazas, en cada esquina, apoyados en las paredes aplaudiendo. No me canso de esta experiencia. 







Cuando iniciamos la subida al Molinete observo gratamente que me encuentro muy bien. Algo cansado, ya son 30 kms, pero sin señales de peligro. Eso sí, mejor no confiarse así que en el avituallamiento grande como a dos carrillos y pido réflex para relajar los cuádriceps.












Dejamos atrás el centro corriendo por el Arsenal Militar y la Rambla de Benipila camino de la segunda parte dura de la carrera. Este año nos metieron directamente en los muelles donde Navantia construye todo tipo de barcos. Intentamos hacernos una foto frente a unos buques militares pero nos lo prohibieron. Al fondo, un barco velero de esos que regalan cuando compras dos libros. 













Pobretico el jeque de turno con su cascarón. Espectacular es decir poco. Creo que ni viviendo cien vidas podría costearme esta chalupa.






Salimos de Navantia en dirección al Faro de Navidad pero sin llegar a él nos dirigimos hacia la batería de  San Juan de la Podadera donde comienza la subida a Fajardo. Según he leído, la construyeron en el siglo XIX con el objetivo de cruzar fuego con Trincabotijas, que está justo enfrente al otro lado de la bahía.











Subida corta que subo mas que bien. Me planteo si apretar para acortar tiempo al crono. Me lo pienso mejor, mas vale seguir juntos que jugármela y luego pagarlo al final, total, cuando podría recortar ¿20 - 30 minutos?. Pecata minuta ya.





En Fajardo cojo frutos secos que son mano de santo para los calambres. Son esas lecciones que aprendes cuando tus músculos te castigan por no hacer los deberes en otras carreras. Hoy no era el día pero he pasado por allí varias veces entrenando y he podido recorrer sus pasillos con tranquilidad. Siempre es recomendable Cartagena, aunque parece vivir de espaldas al mar y a la bahía, tiene muchos sitios que conocer, a ver si algún politiquillo listo se da cuenta y lo pone todo en valor. La ciudad y sus ciudadanos lo agradecerían.









La subida a Galeras no es dura, de hecho, la he subido corriendo en varias ocasiones, pero ya en un km 40 es un gasto de fuerzas innecesario. Son 7 kms de subida y bajada en los cuales se aprecia la romería de la carrera. Todo el camino saludando por doquier. Pepe y Jaguar, pese a que subimos andando se van quedando, así que los espero en la batería avituallándome. Penúltimo mensaje a casa hasta la meta.












Esta batería es de las mas completas pero año tras año compruebo la desidia de quienes deberían hacer por cuidarlo. Si es tan fácil como limpiarlo de matojos cada par de meses, colocar las piedras y losas caídas en su sitio, afianzar las murallas. Es fácil pero hay que querer. Me temo que hasta que no haya perras por medio, nada se hará. Entonces, veremos, nos tocará pagar para verlo. Al tiempo.







Bajada larguísima en la que intento no apretar para no gastar de más, dado que queda la cumbre final en Atalayas. Se me hizo eterna. La recta de Navantia otra vez con la lengua fuera intentando seguir a Pepe y Jaguar. Al fondo veo una camiseta de los zumbaos, era Rai, con el cual caminamos unos cientos de metros hasta el avituallamiento y nos cuenta que ya va justo. Grande Rai. A la salida, lo dejamos para el último gran esfuerzo.





Ultimo mensaje a casa, último kms, a morir y a acabar. A la altura de la iglesia del barrio de la Concepción, empieza la última subida rodeando Atalayas. La subida final del año la han cambiado por la original...habrá algún moscardón criando. No entiendo nada cuando prohíben tramos por temas ecológicos. Es una vez al año y no veo que durante el resto del año prohíban ningún tramo. He ido muchas veces a entrenar y he visto esos caminos llenos de gente, pero claro, no viste nada en los periódicos si no tiene la audiencia que da la Ruta.





Subida de escasos 500 metros, pero con 45 kms, se hace dura. Delante llevaba a un par de corredores que me frenaban,  cansándome de mas. Por detrás pierdo de vista a Pepe y Jaguar, pero sé que no pueden andar lejos. Hago cumbre con las pulsaciones a más de 200 cuando la media de toda la carrera eran de 160. Unico momento de sufrimiento de verdad pero supe regular para llegar arriba sin daños colaterales. Ese fue mi pódium.












Bajada por cemento. Aun recordaba la primera edición en la que participé. En esa bajada pasé las de Caín con problemas musculares. Al llegar abajo me senté en una parada de autobús para "irme pa´casa". Menos mal que pasó mi compañero Antonio que me levantó y de aquella manera, hice meta. En esta ocasión, no hizo falta. Me dejé caer, sin apretar, ni frenarme, esperando que me alcanzaran Pepe y Jaguar.





Abajo, reagrupados, 2 kms a meta. Descansamos un poco andando y subiendo por Tentegorra, llegamos a meta.










Corrí como nunca, bien, ligero, disfruté de la ruta, no sufrí más allá de lo que suponen 54 kms según mi reloj, pero el tiempo 7:37 muy lejos de mi mejor marca en la prueba 6:07. Es cierto que la han endurecido algo pero los años no pasan en balde y, sobre todo, ya no apuro por una marca, el objetivo es disfrutar. Lo hice. Mensaje a casa. Lo conseguí.




Ahora, a un mes de los 101 de Ronda, creo que progreso adecuadamente. Mucho llano, espero no cebarme detrás de Pepe que en ese tipo de terreno me saca de rueda. Otra para la saca. 97 carreras en los últimos 9 años, 17ª ultra. Ronda, allá vamos, a por la 18ª.





Roma Victrix ¡¡¡¡








































4 comentarios:

  1. Muy bien explicado, yo no lo haré, quiero volver por CT. El 14 fue nuestro día, enhorabuena y en Ronda a disfrutar de otro tipo de prueba.

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    1. Un día lo organizamos para ir por nuestra cuenta. Nos quitamos la primera parte y añadimos el Roldan. Unos 30 kms. Ronda, lo tengo claro, no cebarme detrás de Pepe y guardar para los 25 finales que se endurecen. Eso me dicen todos.

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  2. Impresionante tu eres grande y además de correr escribes mejor que algún periodista

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    1. Para nada, solo cuento lo que vivo. El sábado voy a hacer los 101 de Ronda, ya te mandaré la crónica la semana siguiente.

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