domingo, 12 de marzo de 2017

Infern Trail 2017





Hora de Salida: Sábado, 11 de marzo 2017, 8:00 horas desde la Plaza Mayor de Orba, provincia de Alicante.


Distancia: 43,8 kms., con 1.900 metros de desnivel positivo.


Tiempo máximo: 8 horas.


Número de Dorsal: 86.


Precio Inscripción: 35 € para los federados.


Total Inscritos: 300, de los cuales 121 eran de mi categoría....veterano M....¿Mayor ya?.


Primer Clasificado: Pedro Martínez González en unos estratosféricos 3:59.

                
Mi Clasificación: Ahí estuve. En el kilómetro 1 el ganador "solo" me sacaba 1 minuto. Acabé en unos más que sufridos 7 horas y 26 minutos, en el puesto 212.

  
El Perfil, Si no fueran por los casi 6.900 escalones habría sido un "paseo"...











Aquí estoy, primer desafío "serio" del año. En Orba, para conocer y probar los miles de escalones que conforman el Barranco del Infierno.


4:10 de la mañana ya estoy levantado, la carrera empezaba a las ocho  y tenía casi dos horas de carretera desde Murcia. Con tiempo más que de sobra sobre las 7:10 ya estábamos Fausto y yo en el bar de la plaza del pueblo, desayunando. Está claro que no es un pueblo de masas por que con el "barullo" de 10 personas tuvimos que esperar 15 minutos para que nos sirvieran.


Tras el breve desayuno desisto de esperar a Fausto para ir a cambiarnos. En poco más de 300 metros se paró a saludar hasta a las farolas. Mas conocido que una estrella de cine.



El cambio final de la fecha del 25/02 al 11/03 no ha favorecido. De los 300 inscritos en primera instancias parecían faltar varias decenas, muchos de ellos ya comprometidos para esta fecha con un clásico del ultrafondo como es la Transilicitana y sus 104 kms.


Ocho de la mañana y ya hace buena temperatura, demasiado buena para la hora que era. Mal presagio.


A los acordes de Thunderstruck de AC-DC, clásico en las líneas de salida, empezó la carrera. Ocho horas como máximo, pero espero estar en meta en 6:30 a más tardar.








Primeras zancadas, vuelta al pueblo de Orba. Dos kilómetros que no aportaban nada, solo calentar, todo en esa búsqueda frenética por incrementar los kilómetros.



Como siempre, al principio, todos juntos. Observo al personal. Mucho les veo correr. Con el tiempo, incongruencias mías, me gusta poco correr....correr rápido...me gusta el trotecillo para no quemarme antes de llegar a la montaña.



Primer error. Primeros 10 kms camino del primer avituallamiento en la Casa del Pantano en "solo" una hora. Que sí, que es un tiempo tranquilo, pero a mí se me antojo algo rápido. Y para los que corremos por el monte, ir a 6 minutos el kilómetro, sin ser un ritmo muy vivo, a lo mejor es algo rápido al comienzo, máxime cuando lo duro estaba por llegar.



Primer 10.000 algo quebrado, sin mucha dificultad. Pequeñas subidas y bajadas. Carretera, pista y algún breve sendero. Me avituallo con agua y chispadelavida.....poco más había. Y fue la tónica de toda la carrera. Avituallamientos pírricos, muy escuetos, muy por debajo de lo necesario. Y en ese punto el sol todavía no había empezado a cobrarse su duro tributo.



Salgo del primer punto de vituallas para iniciar la primera subida. No muy dura, pero constante. Las subidas y bajadas en toda la carrera sin ser autopistas no eran de las mas duras en las que he corrido. Eso sí, terreno muy pedregoso y desigual que me hacía tener que ir vigilante para no caerme. 





Segundo avituallamiento, ya con sólidos, al menos eso decía la Organización. Agua, isotónicos, chispadelavida, plátano y trozos de barritas de cereales. Y el calor ya estaba apretando. Me paro para echar fotos a lo que creo que era Fleix.








Las cosas cambian, camino de la Font del Gel, comienza a apretar el sol. Aquí empieza mi "infierno".






Durante todo el trayecto vimos varias fuentes de agua natural, limpia y sobre todo muy fresca, pura medicina.




Hay gente que para correr le gusta el frío, a otros el calor...yo no soy de éstos. Tolero mal el calor en todo momento pero corriendo es un suplicio. En un marzo atípico como el que estamos viviendo e inmerso en un sobreesfuerzo como supone una carrera tan exigente que el sol caliente a más de 24 grados es una tortura. Y para muchos. Vi muchos corredores abandonar por el calor. Y aquí es cuando se demuestra si la Organización organiza o solo cobra.



Evidentemente los organizadores no pueden prever el clima pero si sus efectos. Con un calor inmisericorde, debieron redoblar sus esfuerzos por avituallar a los corredores para evitar deshidratación o desfallecimientos. Esos son los organizadores que organizan. Y luego están como los de la Infern Trail, que decidieron mantener incólume su beneficio no incrementando gasto alguno ni ofreciendo más de lo que tenían presupuestado. Felicidades a todos los voluntarios, desbordaron simpatía, pero los organizadores, los que tenían que manejar entorno a 10.000 euros de las inscripciones, miraron tanto la peseta que a alguno casi nos cuesta un disgusto.



Pensando bien podría pensar que fue un fallo, un error, pero con más de un compañero de carrera hablé que el año precedente pasó lo mismo, avituallamientos pobrísimos. Así que son reincidentes. Ya se está convirtiendo en una mala costumbre forajidos disfrazados de deportistas que desvalijan a los participantes de eventos deportivos. Por 35 euros...una camiseta (mientras costara 15 euros), un buff baratero, un llavero de madera ruin, algo de bebida, nula comida en el transcurso de la carrera y un fin de meta con dos salchichas y lomo o macarrones salados con boloñesa. Si, la culpa es nuestra por ir, por que alabar el recorrido es de no racionalizar la respuesta. El recorrido lleva allí cientos de años, cuando los moriscos corrían por los escalones huyendo de las mesnadas cristianas, cuando nada les hacía suponer que esas escaleras esculpidas con sangre y sudor iban a ser objeto de negocio.



Empezando ya a sufrir entro por la puerta grande en el protagonista de la carrera, objeto de mi deseo, que no era otro que conocer este peculiar paraje del Barranco del Infierno. El Forat de la Juvea nos traslada 900 años atrás...



Erase una vez......




El Barranco del Infierno está situado en el Valle de Laguar (Alicante), nombre que proviene de "Al-Agwar" que significa "las cuevas". Su origen data del siglo XII en los lejanos tiempos de guerras de frontera y reconquista.










La mesnadas cristianas lideradas por Jaime I "el Conquistador" empujaban hacia al sur alicantino el límite de su reino. Atrás iban quedando las poblaciones de moriscos, que ajenos a las guerras de los señores feudales, trabajaban y daban vida a las tierras de labor que durante siglos cultivaron sus antepasados. Viejas guerras de religión que nueve siglos después, con otras armas pero con las mismas justificaciones ciegas, siguen colmando de sangre los telediarios.








Cercados los moriscos, buscaron cobijo en los montes alicantinos, dirigidos por su adalid Al-Azrag mas conocido como el "Blau" (¿del Barça?). En estos pagos decidieron esculpir en la roca los 6.873 escalones que jalonan este Barranco del Infierno, para acceder a sus labrantíos e incluso llegaron a horadar el paso conocido como El Forat de la Juvea.












Cuales antepasados de los bandoleros "currojimenezcos" o del maquis tras la guerra civil, los moriscos iniciaron su "contra-reconquista", asediando la localidad de Alcoy. Pese a su victoria, perdieron en batalla a su  líder al-Azraq. No pudiendo defender la plaza, se encaminaron a su barricada defensiva.









Varios siglos de guerras de guerrillas fueron testigos de nuevas escaramuzas y sucesivos edictos coercitivos. Primero Carlos I obligándolos a bautizarse. Después Felipe II desarmándolos.  Nuestros irreductibles moriscos del Barranco del Infierno soportaron las acometidas cristianas hasta el reinado de Felipe III el cual promulgó en 1.611 un definitivo edicto de expulsión de las tierras españolas camino del norte de Africa.



Cuatro siglos después, vuelven a realizar el camino inverso, de regreso, en pateras o cargados de "kalashnikov". La intolerancia siempre nos ha de perseguir y hacernos repetir el pasado una y otra vez.








Atravesando el Forat acciono la máquina del tiempo. Oigo los sonidos metálicos de los picos y palas esculpiendo el paisaje. Moriscos huyendo de la persecución, repiqueteo de las herraduras de las tropas cristianas persiguiéndolos a mas gloria de Dios. No hace falta coger un avión, hacer decenas de horas de viaje, gastar miles de euros....visita España, un conglomerado de belleza, historia, historias, paisajes y diversión en menos de 1.000 kms en línea recta.






Primera bajada, el sol en lontananza. Pruebo diferentes formas de poner el pie. Borde o plano, salto o arrastro. Es difícil decidir. Finalmente adapto los pies a cada tramo, vigilando cada piedra para evitar dar con mis huesos en el pedragal.








Bajada feliz. Estaba donde quería ir, conocer y vivir la experiencia de correr por tan histórico recodo de nuestra historia. Enfrente diviso la cruz de la moneda, la próxima subida, al sol.





Tras atravesar lo que debió ser el cauce de un río, hoy un pedregal agresivo, inicio la subida mas dura. El calor era terrible, al menos para mí. Hice los deberes, bebí pequeños sorbos de agua cada poco tiempo, pero toda me parecía poca y quedaba mucho hasta el siguiente avituallamiento en el km 21. Empiezo a notar la falta de resuello, en algunos tramos me cuesta respirar. El "Lorenzo" no se apiada y me castiga por mi soberbia pretendiendo vencerle con poco más de dos pesadas piernas, unas gafas de sol, sin visera y hambriento.



Primer mensaje a Pomelandia: ¡¡¡Abrasadoooo¡¡¡





Cuando hago cumbre, entrando en pájara, solo la contengo comiendo de mi reserva alimenticia, mi siempre fiel compañero, ¡el chorizo de pamplona¡. Unos breves bocados y salgo como si hace 5 minutos no estuviera KO....hasta que 5 minutos después veo que era un espejismo. Empiezo a deambular por los senderos, pero sigo.




Rápida bajada intentado perseguir a una pelirroja, aunque solo para ir acompañado y dirigido en cada pisada, no estaba para mucho más. Nuevo cauce pedregoso y nueva subida. Pregunto a un miembro de la organización y me asegura que es dura pero mas corta que la anterior. Y por una vez, acertó. Estaba para pocas bromas. Km 21, avituallamiento de líquidos....¡¡¡¡y no les quedaba agua¡¡¡¡. Indefendible la Organización pidiendo disculpas. Varios corredores a la sombra desfallecidos, muchos quejándose. Con este calor, solo el agua te hace volver en ti. Imperdonable.




En otra situación climática el recorrido es duro, pero llevadero, pero con el calor sin el apoyo real de la organización fue una trampa para muchos corredores. Unos, digo, disfrutan del calor, pero otros lo sufrimos.



En este punto kilométrico abandonaron muchos, entre ellos Fausto. Yo seguí ruta, hasta el avituallamiento de Benimaurell eran solo 4 kms más. Terreno pedregoso pero no muy complicado. Delante mío una extranjera gemía y chillaba del dolor de los calambres. Inhumano su esfuerzo, que finalmente se vio recompensado con la meta. No sé como lo hizo, pero consiguió continuar. Yo tuve episodios de calambres que últimamente me castigan, sobre todo el sartorio izquierdo, que durante minutos me dejaban inmóvil y transido de dolor. No sé si son los estiramientos o la alimentación pero me preocupa que de un tiempo a esta tarde estos episodios de calambres se repitan con contumacia.


Km 25, se supone que el mejor avituallamiento y más de lo mismo. Agua, isotónico y chispadelavida, con plátano, membrillo y poco más. Muy poco, muy barato para la Organización. En las esquinas y a la sombra un decena de corredores derrotados por el calor. Entablo conversación con un veterano que ya la ha corrido y me da todas las pistas para abandonar, pero no, por testiculina va a ser que no. Las estoy pasando moradas para, encima, abandonar a mitad del partido.




Leo el cartel de la Organización, y por una vez les doy la razón y les felicito, la carrera es hoy, ahora, no el año que viene. Me levanto y sin recapacitar echo a correr rezando por encontrar el momento zen mas antes que después.




¡¡Que largos 10 kms¡¡. Siguiente avituallamiento en el km 35 y ni un maldito vaso de agua. Fracaso absoluto. A pleno sol, sudando a mares, expuestos a mareos e insolación la Organización se lo ahorró todo. ¡Cuantas vueltas le di a la cabeza¡. ¿Cuantas veces pensé por qué, por qué otra vez, por qué me sometía a esa tortura, que quería demostrar, a quién, por qué?. ¿Todo por poder luego contarlo en estas líneas.?. Quizás. Solo el que participa sabe que cuando llegas a meta todo lo vivido tiene un significado, todo el sufrimiento es un reto. Imprime carácter. Confieso que he pecado. Soy visceral, intransigente y egocéntrico. Seguramente seguiría con una lista interminable de mis defectos, pero una cosa me ha enseñado el ultra fondo...lo importante es el camino, aguantar, que lo bueno siempre está por llegar, no todo es ahora y ya, hay que tener paciencia, en cualquier lugar del camino hay una sonrisa.


A la salida del pueblo, me siento en una piedra. Dejo pasar unos minutos. Escucho hablar a dos parejas de extranjero de los muchos que me sorprendió ver en todo el recorrido. ¿Qué hago, me vuelvo o sigo?. Me levanto y arrastro un pie delante de otro. Asakoooo¡¡¡.



Recibo ánimos de Pomelandia. Bien, siempre es bueno saber que alguien piensa en ti. Recibo mensajes de mis hermanos macedonios, por ellos me había enterado que la aventura de Fausto terminó y que la de Salva en la Transilicitana empezó a las 10. Para todos las mismas respuestas, abrasado, achicharrado, machacado...pero sigo en el desafío.



La subida se me hace eterna, me van rebasando todos los corredores, me doy cuenta que estoy liquidado. No puedo ni levantar los ojos al cielo, pero me anima esa fe inquebrantable en terminar, en conseguir mi objetivo. Ese es el mayor regalo que estas experiencias deportivas me aporta, el convencimiento absoluto de que nadie está vencido hasta que decide dejarse vencer. Y hoy no es ese día.



Cumbre, empieza el "cresteo". Ya me comentó algo Fausto y recordé el que hice en mi última aventura en octubre, en Botamarges, pero ayer, además del pedregal, el sol en lo alto hizo que 2 kilómetros de sube y baja en un terreno infernal, nunca mejor dicho, me macharan mentalmente. Creo que si hubiera habido un punto de abandono, lo habría dejado...o no?.



Que harto acabé del "cresteo". Bajada resbaladiza camino del avituallamiento del 35 que coincidía con el primer avituallamiento en la Font del Gel, con lo cual ya sabía lo que había. Nada. Menos mal que la fuente me dio agua a necesidad, para beber y lavarme la cara en todos los sentidos.



Últimos 7 kms. Solo quedaba una pequeña subida. Y mas vale tarde que nunca el zen vino a verme. El lavado de cara me vino de perillas. Cogí un ritmo de 6 por km y ya no lo dejé hasta meta. En algunos tramos, para no quemarme, andaba, utilizaba la CoCa. Correr y Caminar. Llegó mi momento, el momento de alcanzar y rebasar corredores, llegó el zen, te duele todo, pero no sientes nada, sigues y sigues hasta el infinito y más allaaaaa.



Miro el reloj, casi 7:30, una hora más de lo previsto, pero el calor de hoy no estaba en el planteamiento. Llego a meta y me quedan ganas de esprintar por las calles de Orba. Meta, abrazo con Fausto, famélico, esperándome para comer....en los huesos estaba. O casi.






Lo mejor, como siempre, la compañía, en este caso, el hermano macedonio Fausto.



Lo positivo, la capacidad de superación del sufrimiento. Sé que suena a filosofía barata, pero imprime carácter. Ante el día a día, veo los desafíos con otra perspectiva. La resiliencia, esa capacidad de resistir mas allá de lo previsto. Pero claro, siendo del Racing....





Lo negativo, pues, ¿está claro no?. Pésima la organización. Sobresaliente el conjunto de voluntarios, no pueden ser responsable de lo que NO hacen otros. Por mi parte, la incapacidad de correr con calor, un problema cuando vives en Murcia, y la persistencia de los problemas musculares.


Próxima parada, Ruta de las Fortalezas. Tercera participación, la hace la mas repetida de mi "currículum". No tenía intención de volver pero es por una buena causa, por primera vez en mucho tiempo, si no hay contratiempos, reunirá a todos los macedonios y esa nos la tomaremos con pachorra. Único objetivo, intentar llegar juntos los seis.


1 de abril, hasta entonces.








2 comentarios:

  1. Con estos relatos cada vez me alegro mas de no apuntarme a este tipo de pruebas. Ahhh, cuando has puesto lo de la coca...claro que pa eso lo has puesto tu jeje. Un saludico.

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